ENSAYOS + POESIAS + CUENTOS + Anecdotas

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viernes, 6 de junio de 2008

Dias de Hoy

Tomaba capuchino instantáneo, calentito en una noche tan pasiva, la llovizna cantaba por versos en cantidades exactas mientras el frió se acomodaba en la cama, y se dormía sin permiso, en las 0:56 , Bach estrangulaba al silencio con la melodía que conquistaba sin tregua el ambiente, el sonido se dispersaba como un virus sin control jugando al sabotaje de guerras sin argumentos. En algún lugar de oriente, en algún oasis por ser encontrado. Me transporto al rincón donde los sueños posan en telarañas y bichos de pared, impregnándome en sus tejidos y luchando por pegarme aun más hasta convertirme en molécula, la luz de la notebook servia de velador y peleaba con las velas que había encendido ella. me observaba con un cierto análisis y discrepaba mis actos inoportunos mientras compartía el tiempo con el caos de mi persona, posaba en el colchón del somier que estaba en el piso, con disminución de lencería, y practicando poses donde pareciese que se ofertaba, a que yo invadiera de nuevo la cama. Jugando a ser un objeto en una vitrina. Su cabello recogido y disuelto a la vez bailaba en la penumbra, su mirada de peligrosamente hembra de ojos marrones café, alimentaban ese ritual que nunca fue costumbre, sus piernas largas y blancas brillaban y componían la gama de colores del dormitorio, y una boca que derretía cualquier témpano en su primer contacto. Esparce sus 50 admirables kilos sobre las sabanas negras, Es en definitiva una especie que evoluciona cuando uno recorre cada milímetro de su cuerpo. No era sexy, invento lo sexy. Si hay algo realmente hermoso en este mundo es ella, de esa forma. Me gusta mirarla, pensarla e imaginarla, recorrerla en la búsqueda exacta de la emisión de gemidos y risas, nos reímos cuando hacemos el amor, porque creemos que es el punto exacto donde todo se reduce a una satisfacción, la risa es una de ellas, aunque ella se burla del hecho, se que también lo disfruta, si va al trabajo con una sonrisa de oreja a oreja y siempre tatareando la horrible canción ochentona, nos regalamos algún objeto cada mañana al separarnos para devolvernos por las noches, ya mutados, en un estado así uno olvida muchas cosas, olvida errores y olvida aciertos, olvida rostros anteriores y manos, olvida las estupideces de las pequeñas cosas que realmente no importan mucho en la vida de uno sea cual fuese su inicio o su final, y que los horizontes que se proyectan hacia nuevos parámetros perceptivos y artísticos, personales y colectivos, uno crece, teniéndola al lado, y todo es arte, todo es magia, hasta ese tatareo de una de esas canciones ochentonas tan horribles que emite mientras su pierna se enreda en la mia y friega su torso buscando mis huesos. Aunque de seguro te estas riendo al leer esto. Mas aun cuando desnuda su pensamiento de decir que realmente estamos muy locos. Pero locos de verdad, tal para cual, viviendo la vida como debe de serla no colgados de otras personas. Como cuando nos reímos por las reacciones de humanitos que juegan a la conquista, como cuando pensamos que es lo que realmente es tuyo y solo tuyo?. Pero que hoy en día era lo que la motivaba sus mañanas y las noches, son totalmente nuestras, nos adueñamos de ella, la hicimos nuestra. Es que quizás tenemos las herramientas para ello, trabajamos como un sistema que ejerce eficiencia sin ser roboticos, Fumábamos un cigarrillo entre dos, mitad y mitad, en consecuencia por nuestros pensamientos políticos y sociales, creamos una comunidad de un par de miembros. Resulta intangible por momentos cuando pierde la mirada atravesado mis ojos, y se congela el reloj y mi corazón, olvide esa pregunta entupida de preguntar (afirmación) –en que pensas?- con ella no existe eso, por que sabe expresar sus manías, sus temores y sus ilusiones de por si, sin mentiras ni peros, y contagia ello, sin mentiras ni peros. Por primera vez uno sabe realmente que uno es así, así como nunca lo fue. Feliz.


La Danza Inmovil

Mensajeros en la noche anunciaron lo que no oímos, busco debajo del aullido de la luz crujiente de palabras que acepto, una noche como esta, donde después de hacer el amor con mi mujer de turno, mientras ella duerme entre mis sabanas oscuras de mi colchón sobre el piso. Tan frió, tan caliente. Escuchando los análisis sobre la cumbre en Roma donde la vecina mandataria suelta lagrimas de cocodrilo por el inconveniente del hambre en el mundo, cuando el vestido que lleva, en monedas, daría de merendar a mas de 100 niños, cada vestido, 100 niños, un calculo inesperado de su closet nos llevaría a que tendría aproximadamente 50 vestidos, ya son 5000 niños. Y ni que decir de sus zapatos. Y sus rutas siguen cerradas. Claro que es tapar con cinta de papel el problema y una sola merienda y el libre transito. Configuro el presupuesto que debo pasar por la mañana para unos espacios comerciales, que destartalaran las ficciones conocidas, por materiales y por forma, sonrió con ello, y soy feliz por momentos, ceso y tomo una taza de capuchino, me fanatice con ese liquido, y no tengo la menor idea del porque. Hago un paréntesis, y enciendo otro cigarrillo, para leer en voz alta un artículo para una revista de corriente estudiantil de otra universidad que debo enviar vía mail, Articulo, critico eficaz y sobre todo objetivo, pero fascinante para que unos cuantos se peguen la cabeza repitiendo –cierto es, manipulo.
Pienso en la filosofía, que tiene un camino amplio y extenso, y de cómo la consumo creando el propio trayecto sobre ella, interpretando y mutando mi propia metamorfosis sobre un piso real, así como que hoy en día gracias a las prolongadas horas de Internet, falsos gurues, es mas fácil mirar con admiración, que visualizarse a uno mismo dentro de un mundo activo y real, por eso escasean las personas con aires filosóficos en este mundo, nos encanta encadenarnos a los maestros, y uno cree analizar y dar puntapié a un texto o una imagen, una obra arquitectónica o un objeto que consumió su ego y se da por propia. O la reconceptualiza a los 20 y tantos años. Ridículo. Pienso en Ted, y en lo que vi. Hablan de procesos, cuando no realizan uno sin permiso de sus padres o novia. Más ridículo aun, ni siquiera son capaces de pagar su propia cuenta de teléfono móvil. De que independencia se echan párrafo. Libertad inexistente Es que de alguna manera el caciquismo contemporáneo si algún vez este fue tradicional, donde los hombres tendemos a que cuando se nos avasalla intelectualmente no queda otra que la violencia física, eso me incluye a mí también. Como los caciques. Pero existe una gran diferencia entre ser inteligente y actuar con inteligencia, ser sabio a que “tener actitud”. Cuando alguien te insulta no lo insultes, sonríele y dale silencio, cuando te lo encuentres un día muy malo para vos cargado de muy mala onda, tirala hacia el, total los insultos siempre son muchos mas perceptivos en esos días y se transmutan mejor en forma de violencia. Y genera el caos donde hayan izado la bandera de la paz. Es manejar su tiempo y su ubicación espacial. Es dominar su vida sin que lo sepa. Es tener mente criminal. Esto te enseñan en la practica de artes marciales, para no llamarlas callejeras, un poco de filosofía barata quizás, pero una al fin, en el caso de propinar daño hay que saber realmente que es – de ser. Hay que aceptarlo, la estrategia mejor predicha para que tu ente no salga señalado ni como culpable ni como acusador. Se sale limpito de la cochinada. Y hoy en día eso es una virtud, con tantos abogados pescando.
Pienso en que pasmados por una marea de pseudoinformación que les proporciona la ilusión de una modificación permanente de las categorías de la existencia (ya no se puede pensar lo que se pensaba hace diez, cien o mil años), los occidentales contemporáneos ya no consiguen ser lectores. Menos interpretes, pierden sus batallas donde las ganancias son en efectivo.
Con mayor motivo, no pueden desempeñar ese papel frente a otro ser. Por el que dirán. No obstante, tendrían que hacerlo: porque esta disolución del ser es trágica; y cada cual, movido por una dolorosa nostalgia, o la duda, continúa pidiéndole al otro lo que él ya no puede ser; cada cual sigue buscando, como un fantasma ciego, ese peso del ser que ya no encuentra en sí mismo. Esa resistencia, esa permanencia; esa profundidad. Y sigue el baile inmóvil.
Pienso en lo que ocurre cuando vociferan en voz alta, amenazan y lloran con cara de malo rugbysta o en aglutinar guardaespaldas para que acudan en su ayuda, me recuerda al colegio inclusive, cuando me quedan pocos años antes de entrar a los 30, simpático, cuando la salida del tatami es indudable y así montar una farsa en su caída, y esa es la supremacía intermitente que es parte de sus diálogos sinceros con su mujer que admira con sus ojos grandes, fans es este siglo, idolatras contemporaneas, aun mas ridículo, o sus amigos de igual caña. Y sienten orgullo. Si no conoceré esa especie. Es generar publicidad, y la publicidad instaura un superyó duro y terrorífico, mucho más implacable que cualquier otro imperativo antes inventado, que se pega a la piel del individuo y le repite sin parar: "Tienes que desear. Tienes que ser deseable. Tienes que participar en la competición, en la lucha, en la vida del mundo. Si te detienes, dejas de existir. Si te quedas atrás, estás muerto." Al negar cualquier noción de eternidad, al definirse a sí misma como proceso de renovación permanente, la publicidad intenta hacer que el sujeto se volatilice, se transforme en fantasma obediente del devenir. Y se supone que esta participación epidérmica, superficial, en la vida del mundo, tiene que ocupar el lugar del deseo de ser. Y en vez de ser único, solo se apilo a la fila de los iguales. UN BAILE INMOVIL.

Oculto en la casa de mis versos ¿cómo no me arrastro hasta la amada que muere detrás de mi ternura?¿Por qué no huyo y me persigo con cuchillosy me deliro? ¿Porque no quiebro los dedos del oponente para prolongar su dolor y encierro su pecho saliente dentro de un círculo que trazo con el pie derecho mientras muerde la arena? Solo me bastaría 60 segundos, y produciría el odio sempiterno.
De muerte se ha tejido cada instante... de su amor y devoro la furia como un ángel idiotainvadido de malezas que me impiden recordar el color del cielo, que me impiden ver sus ojos, aun así juega a ser ella la dueña del límite entre propinar y desear, cegar buenos augurios, no me faltan. ¿Respeto, aprecio?
Sabemos de que el cielo tiene el color de la infancia inquieta, y es el ángel que vuela sobre mi, debajo y al costado, que me da Paz, que me da caos, entre mares negros de asfalto entre telas y lienzos... la amo y No se mas como decirlo... pero me muero por repetirlo. Y la vuelvo a observar mientras su rostro se pierde entre las sabanas oscuras de mi cama en esta noche de un frío junio, cierro la computadora personal y la luz desaparece, conquisto la superficie de la cama, voy liándome entre sus piernas hasta que nos volvemos uno. Y pienso en lo insignificante que es pensar en un baile inmóvil, teniendo todo lo que me pertenece.

martes, 13 de mayo de 2008

Sabe a brisa grácil, nubes de cristal y lluvia inquieta
colorea el agua con sus dedos de nostalgia y hasta ríe con gracia
en sus segundos de larga distancia…

Cuando, muda la mano en su primer contacto, se alza en el vuelo
enalteciendo los talones concreta su sutil acto…

Tumba al pigmento del cielo y lo acuesta en su lienzo,
pequeña de ojos grandes de lazos tiernos,
amasa la vida en busca de sus sueños…

Bañada en polvo y sombras recorre el mundo sobre
plataformas, observa tajante su vestidura
sin antes con holgura, recuerda que vale mas
de lo que ocurra…

Su espíritu de quimera huracán
propone al tiempo un lazo triunfal,
un alba de Café cubano, jugo de naranja y flor
uno de sus tantos anhelos en una noche anterior…

Circundada por reflectores camina afianzada en sus
atribuciones, su magia constante la hace irrelevante
en un día tan recto como ondulante…


Va serpenteando cadera entrando la madrugada
su lugar natural de vivencias y llegada
de conjuros y hechizos de maga estimulada…

La Tabana la mira con consuelo, sabe que muy adentro
ella es mucho más que un segmento…
.












recta

Eones diferenciados por las vestiduras dominantes y palabras inventadas, una sinfonía de Ludwig consuela a las humedad de las paredes por medio de un eco prolongado que consume sus poros y venas gracias al parlante demacrado, afuera Asunción vestía un día común difícilmente recordable en momentos de melancolía y añoranzas, inútiles, que me concluían en mis errores recordados por las personas a los cuales salpique con un te amo y un te extraño. Aunque no es excusa alguna contener defectos que placidamente consumen a todas las virtudes como cenas seccionaleras de asado y vino y uno automáticamente se vuelve un ladrón de barajas en un juego donde todos quieren ganar.
Un pájaro había olvidado una pluma monocromática en el marco despintado del cuarto, de color azul, como queriendo difuminarse con el cielo mediterráneo y tropical de una republica escondida en el ombligo de la América imberbe.
Las monedas en guaraníes posaban como modelos paranoicas de peso reflejando la luz tenue del monitor VGA armado por algún contrabandista oriental estudioso del Este Trasmitiendo la verdadera pesadez del dios dinero, si, el que es el verdadero dios y señor de la Tierra, el que nos hace santos y demonios, el que nos hace ser candidatos o restos, especialmente para las suegras solteronas latinoamericanas.
Las fotografías de novias anteriores posaban en el cajoncito de cartón de championes Converse y los recuerdos figuraban golpear sus aristas como queriendo escapar del cajoncito. Tendemos todos los hombres a esas torturas encadenadas, a los recuerdos de amores frustrados o erráticos. Es que siempre en un momento del día nos ponemos a pensar en ellas, en las mismas situaciones que nos lanzaron al arrebato de sus corazones y llantos, propios también, porque siempre al final el que mas sufría en esas cuestiones era el mismo que las contenía. Como un ejercicio de sufrimiento y esparcimiento, reconocer los errores hasta aprenderlos de memoria y con un poco de hipocresía inclusive, en la vertiente de las interrelaciones galácticas (en ese momento)que terminaban siempre en interrelaciones de bolsillo. Hasta ser llenados por otra mujer esporádica o relámpago. Una Párker silenciosamente me proponía copular esa noche, desangrándose por milímetros de gotas desapercibidas, lo miraba mientras entonaba una estrofa de algún cantante de rock argentino noventesco y sorbía de a poco la cerveza en un vaso desprovisto de lisas rajaduras, así la estrangulaba y proponía el inicio del viaje hacia los espacios vacíos del papel tamaño oficio, quizás de entre lapsos mentales arrepentirme de haber gastado tantas palabras de corazón y espíritu en esa mujer que nunca contuvo o nunca entendió en realidad como y hasta cuanto. Con razon que dicen que abusar siempre daña la salud. Arremetía algunas palabras en su contra y la mandaba de nuevo al cajoncito, para verla desaparecer en mi cabeza y sustituirla por esa que rompía mis horas de sueño llamándome con su voz instintiva para preguntarme que hora era, o simplemente un como estas, amor incondicional? Quizás, lastima que no era reciproco pero igual daba “gusto” que lo colocasen en la tarima, y sentirse querido, no es bueno para un hombre andar por el mundo solo porque se podría perder en las sombras de los recuerdos y volverse menos loco. También ayudaban esos encuentros de pecado que lo hacían a uno sentirse un poco mas sensible, gracias al mismo sometimiento de la piel contra la suya, ya que también uno tiende a perder eso cuando se escapa la mujer-relámpago que pensó que entendería su mundo telúrico como fantástico. Pasado imperfecto.
Era un chico con demasiados sueños rotos y nacidos al mismo tiempo, siempre terminaba en un inicio sin haber llegado al final anterior, era como que una musa de estiba hacia el placer eterno de sufrir las ideas hasta propagarlas por el cuerpo. Y el triunfo era prolongado en batallas caídas donde el único sobreviviente nato era la guerra misma de las especies analógicas que con estuches tecnológicos pretenden lastrarse de mas. Hablar hoy en día es muy fácil, si? Bravucones perfectos hay en todos lados, es mas, creo que se reproducen como hongos, como aquellos que suelo matar al restaurar algún grabado, muñequitos de piel cristiana, y el bla bla bla repetido y terrenal sermón de conquistar el mundo desde guaridas refugiadas, cuando uno cree que se es único lo único que hace es pertenecer a un grupo, lo cual deja de ser único, que es lo mismo a no considerarse único, porque también pertenece a otro grupo. Me asusta la idea de catalogarme para pertenecer a alguno. Y menos mal que no lo hago. Hoy escribo una poesía que se complementa con un motivo arquitectónico sobre la carencia de ella, no en la sociedad del consumo, sino en la de ellos.

jueves, 17 de abril de 2008

Sorprendo al papel

Sorprendo al papel en su huida exacta,
El rejoj acelera la siesta sin tenor ni
Añoranza.

Me adhiero a el como lo hace el bosquejo a la muralla,
penetro su materia sin asco ni maña
y destrozo su interior afilando garras

Lo sorprendo con fuerza y rabia, como ella
Que me dejo en medio de la nada, que dijo
Media verdades y satrapias tejiéndoselo marañas

Lo sorprendo en evitar su encuentro, en clamar
Con aliento, que en este ente aun ante el sufrimiento
Produce magia y encantamiento.

el punto

Si era YO cuando te amaba,
a veces se me escapaba
la noche envuelta y destapada
y huye hacia ti para robarte
Una sabana resquebrajada.


tu alma mujer la que me
Motivaba, cuando era YO cuando te amaba.

Y sentiré tu otoño que vuelve desde lejos
Tu primavera cautiva, tu instinto de vivir
tu locura matutina.

Te envuelvo en mis sombras desde mi polvo inerte
Desde el átomo de tu piel que no sabe morir
En el tiempo de la distancia.
Si soy YO el que te ama.
Y si, quiero montar una pluma y viajar por el cielo
Junto a ti y mil lunas y varias noches
Para ser YO, cuando te amo.

En una noche que huye hacia ti
Para robarte una sabana resquebrajada.

Y perderme en los bosques de cemento
Y asfalto, en clavar siempre mi mirada
Hacia ese lugar que esta muy abajo.

Tal vez

Tal vez sientas la arena?
Recuerdas a la arena?
Te roce la piel y no te diste cuenta
te conté al oído que pintariamos el cielo
con una pluma azul mientras las olas
iban muriendo con un beso a mis pasos

Tal vez recuerdes que existo?
recuerdas ese viaje imaginario?
Donde regresaras al cósmico rescate
de las estrellas que te extrañan,
Apagada esta ternura del poniente
va junto a la noche, son tus ojos
mi flecha de sueños.
vago en el espacio en busca
de tu encuentro.
Tal vez hallas olvidado tus palabras
Pronunciadas, tal vez hallas
Borrado las huellas de nuestro
Muerto Paseo

Tal vez pueda soñar contigo
Tal vez en una copa te dejare la vida
Tal vez podrán mis labios morir sobre tu piel
Donde beberme el cielo y
Tal vez pueda encontrarte en el.

Tal vez halla olvidado tu muecas
Y ahora, tal vez, me de cuenta
Que ya no vales la pena.

Perfiles de la verguenza

Sin escrúpulos, sus pesuñas fueron consumiendo cada cerebro virginal, desde los sótanos mas oscuros y pestilentes, hasta los muros mas castos y blancos de sitios donde los estúpidos ejes cartesianos así los impongan, de negros y blancos, amarillos y a veces verdes, pobretón, miserable, banal, y otras denominaciones coléricas utilizadas a la hora de “mostrar” superioridad, o peor aun desde las palabras inútiles repetidas de algún libro que lo habrá estudiado recitándolo mientras invadía el baño en horas de la noche durante alguna colitis intemporal , y dio vida, tan real que se olvido de este mundillo bellaco que se halla sumido en una sed abismal que seca la boca y arde por dentro carcomiendo cada molécula que revolotea en medio de la nada. Porque si esto no es nada, desconozco lo que es. Tantos espíritus hambrientos de critica.
Así, un ligero movimiento de cuello que va en busca del infierno tácito, solo así podrá ganar la adaptación, que es para muchos la salvación, el encontrar la luz en una sociedad paradójicamente oscura, y que oralmente se esconden bajo túnicas de silencio, ya ni siquiera con palabras, solo con silencio.
Si bien la adaptación no es mas que , un sometimiento a la vergüenza, al otro, al que esta al lado, que también hace lo mismo, se adapta, ser amo y ser sirviente al mismo tiempo, es como el nuevo instinto, la Vergüenza. Según el divino diccionario de la Real Academia, se define como la turbación del animo, que suele encender el color del rostro ( volvamos al color) y generalmente nos ocurre esto cuando alguien nos dice- ehhhh se gusta de Ana....ehhh-; nos caemos de una escalera en un lugar “publico” y se nos ve todo luego, o cuándo simplemente cometemos algún error (equivocación) que el otro (individuo) así lo entienda, o, que otros(conjunto de individuos) así lo”supongan”, inevitablemente tu rostro tendrá alguna tonalidad de los colores arriba promovidos y querrás entrar en tu culo. Y así se engendra, crece y se apropia de tu mente-cuerpo seudo-independiente expandiéndose primero en tus actos para terminar luego en tus pensamientos, delineando la robótica existencia como la del otro (individuo), lo del significado de acción indecorosa, encogimiento o cortedad para ejecutar una cosa son solo esas cosas, que hacen de que la mayoría silenciosa viva aterrorizada y que nadie diga un carajo o haga (de hacer), porque la verdad que deje de creer en la comodidad como pauta de convivencia.

Escribir

Escribo las líneas a mi soledad
Aun en su ausencia, la extraño

Escribo estas lineal al viento
Que aun en su ausencia
Penetran en mí

Quizás escribo estas líneas
A ella, que en su recuerdo que
Proclama mi cuerpo

Me envuelvo en estas líneas
Para un ser irracional y perverso
Que aumenta su logia de
Encantamiento.

domingo, 6 de abril de 2008

LA FABULA DE LA SOLEDAD


El sábado 5 de abril, siendo las 02:00 am se perdía en la noche de lujuria y compases, de encuentros clandestinos y roces sensuales, refrescaba en la calle, y eso ayuda a que los cuerpos se junten hasta perforarse uno con uno, denotaba ello en mi ventana semi abierta y la corriente de viento se propagaba viajando por las paredes altas de mi habitación, para se airé un poco este espacio de 3 x 4, de medidas estándar como bien se sabe, y corra así, el humo, que se disipe la locura, había comprado 4 botellas de cerveza de litro con la idea de ponerme bajo llave para delimitar mis sentidos y los usos de las palabras, para emborracharme y olvidarme que simplemente no había nada mas que ello en ese momento. La soledad pernoctaba en el sofá rectangular diseñado ya hace un par de años que posaba perpendicular a mi lado, intentando tejer una conversación intangible. El teléfono celular cantaba de vez en cuando, eran ellas, en versión mensaje de texto, las mujeres-relámpago, que deseaban recorrer alguna que otra parte de mi ente, estaban carentes de emociones y de sensaciones que quizás yo podría dárselas, o yo mismo me sentía de esa forma, lleno de insatisfacciones, siempre he sido un buen amante, o por lo menos jamás he recibido alguna queja, bueno que hombre las acepta en ese aspecto, también, ellas que saben cuando uno esta predispuesto a romper la cama y trepar muros con deseos infinitos de contracciones infinitas de caderas, eran las mismas de siempre, donde los cambios se figuraban solo en la ropa interior de encajes y colores que tenían en ese momento, pretendían ilustrar en mi mente y en mi hambre animal, para abarrotarme de ansiedad, y atraparme en un momento de baja de guardia seduciéndome con un orgasmo inexistente, e intentar ingresar en mi mundo de magia y fábulas, por supuesto nunca contestaba esos mensajes. No por falta de ganas. Me gusta el sexo y no lo niego, a quien no? pero me gusta más el amor. Grave error contemporáneo mío donde hoy en día ya no se figuran mas este tipo de prospectos colectivos, si esto es un todos contra todos, o simplemente mis elecciones nunca fueron las correctas, dicen por ahí que un clavo quita otro clavo, en mi caso creo que necesito una ferretería. Había un búho (había porque luego abalancé toda mi furia sobre el hasta hacerlo añicos) que posaba debajo del monitor LSD DELL de 19 pulgadas, al lado del diccionario de italiano que lo había utilizado la noche anterior en una traducción para el trabajo matutino, de base un blindex transparente, un estuche de vinilo de Silvio Rodríguez y la cedula tributaria, del otro extremo una calcomanía sin pegar de que Viajen Ellos, todo debajo del vidrio, la mesa era una obra de arte, de autor: Toranzos; de hierro y de color azul, que justamente era el color dominante en todo el estudio, el espacio contiguo era mi aposento, ya de medidas mas amplias de unos 5 x 5 donde yacía el colchón del somier en el piso sobre a la alfombra gris oscura que imponía la circulacion, donde se consumía el color negro de la noche, como los muebles minimalistas en su perímetro y fotografías en blanco y negro, cuadros grandes del mismo tono, de veladores auténticos que deformaban a la luz para hacerla propia, así como una que otra escultura oriental, que había ido a conseguir en las ferias de pulgas de los domingos a la mañana en calle palma, como muchas obras de artes mas dentro de mi vida, si soy amante del arte y de las catedrales góticas. Volviendo al estudio la cámara Web estaba desconectada, hace tiempo estaba desconectada, la alfombra azul delimitaba el espacio bien distribuido que se perdía en libros de literatura, filosofía y política empolvados, junto a miles de folletos de arte y de fotografía contemporánea, de libros de Van Gogh y Neruda, de bocetos arquitectónicos y perspectivas digitalizadas. La cámara fotográfica estaba envuelta en su estuche gris hielo con el teledirigido mirándome fijamente, me dieron ganas de fotografiarme muerto, recordé que hace tiempo que no salía a cazar almas a robármelas de sus entes en la ordinariedad del día y noche, de esta ciudad, o de alguna otra, de congelar esos momentos que solo yo los puedo fijar y que son tan hermosos que nadie se da cuenta.
Encendí un incienso de jazmín, al mismo tiempo un cigarrillo, y así como también 2 velas de extraña forma, pensaba usarlas en una ocasión especial, supuse que era ese el momento, las velas luchaban por mantener su fuego en una riña empedernida con el viento otoñal, prepare el ambiente, me dispuse a poner un poco de blues como sonido dominante, casi en silencio como si el volumen no pudiese dar mas que eso, estaba ebrio a la primera botella, sentía esa necesidad de bailar, y baile y baile dentro del cubo espacial del micro cosmos que se imponía en esa misma situación, fue protagonista en segundos la euforia, estaba solo, y lo sabia, sabia que la soledad se convertiría en una gran araña de patas metálicas que bajaría del techo para devorarme sin tregua y que me trasladaría al giro de mis ojos sin orbitas ni trayectos cercenándome cada parte de mi cuerpo como esa mujer de ojos limón que decidió ir por otro camino, estalle en una poción de violencia, me convertí en un hombre violento por segundos entrecortados Salí a la calle en busca de algún contrario humano de nivel que quizás sintiese lo mismo que yo, no importaba lastimarme en ese momento porque en si ya estaba lastimado y a veces las heridas físicas contribuyen a relegar las heridas internas me senté sobre un peldaño que bailaba solo, en una esquina premeditada, el tiempo se detenía como el faro de la columna abrazada con afiches políticos, tenia tanta rabia contenida que empecé a dañarme a mi mismo.