Se hizo aburrida la vispera, contube la respiracion antes de someterla en el perimetro rectangular de mi cama, a esa satisfaccion del 5to. Orgasmo, comprimiendo su cadera estrecha sobre mi vientre. Para asi poder desenfundar sus garras sobre mi piel sedada, marcando su territorio en milimetros, asi desencadenamos una vuelta repetitiva de tres toques en el tablero de la puerta del departamento que observaba la bahia de Asuncion.
Sos perfecto – dijo con voz tenue y de mujer – niña.
La mire con orgullo, la abrace con cariño.
Se durmio con la sonrisa penetrante en la almohada. La mire con ganas de quererla.
Luego del baño post- sexual encendi un cigarrillo que trajo una humareda, la envolvia como el nectar de una sola flor, y sus piernas temblaban aun del placer anterior, logre taparla un poco para no despertar mas ambicion de tenerla mas tiempo, hoy en dia sabemos que todo dura solo un momento, asi que crei que en vano que fuese mas prolongado ese instante. Salte de la cama sin hacer sonar musica alguna, dando saltos en puntas de pies como si fuesen agujas, me vesti mientras comia, algo de café y una que otra masita, la mire de nuevo mientras se superponian los cuadros de la habitacion abierta con escasa iluminacion, y los muebles minimalistas se comprimian, seguia alli, posando como la diosa en su propio templo, tome el portafolios donde decansaba la laptop , tome la camara fotografica y el teledirigido que con ganas, ansiaba enfocarla, tome las llaves del auto, haciendolas sonar un poco, para asi creer que despertaria y me diria - No vayas todavia y quiereme de poco.
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