pARTE IV

Permanecimos ambos inquietos antes de que ella haga un movimiento de cabello, donde uno lo repite en su mente como en cámara lenta viendo sus facciones cambiando en milésimas de segundos antes de clavar su mirada de reojo hacia mi persona. Son esos momentos donde se mezclan la belleza y el antagonismo.
La mire fijamente como con valentía
-Emborrechemosnos con la ciudad, le dije con sinceridad.
-Dale estruendoso y tomo mi mano sin beneplácito, como sabiendo de antemano la invitación sin razocinio

Hablamos del bien y el mal, del transito y del tiempo, de la revelaciones esporádicas en horas de soledad y de normas estandarizadas, de perfiles de actuales artistas contemporáneos, de música y sus consecuencias con la mezcla de la bebida espirituosa, de las imágenes cotidianas que nos hacían tan común como una fotocopia en una revista que son siempre iguales, aunque cambian de protagonistas. Del amor y el odio, de medicina y arquitectura, y la mezcla de ellos, de amores pasados y fracasos que en realidad eran éxitos, gracias a que ambos nos dimos cuenta de que nos salvamos de mentes esquizofrénicas y de falta de equilibrio o que nosotros mismos éramos ello. Corrimos sin vergüenza entre personas con trajes y bolsas de compras, entre personas que aman la moda y la pinta, de peinados raros y anteojos pseudos-intelectuales con una falsa personalidad, montamos al león de la plaza de los héroes, escalamos las calles paralelas y perpendiculares sin orden, ella por un lado de la vereda y yo por el otro, cantamos Ojala de Silvio Rodríguez mientras un bandoneón sonaba entre los dedos ya casi muertos del anciano protagonista que esparcía melodías por monedas, compartimos una botellita de agua descartable sin miedo a nada, nos recluimos en la ciudad hasta que el atardecer bañaba los pocos edificios en altura existentes, y los últimos rayos del sol se escabullían entre los espacios desocupados que dejaba el follaje de los árboles bañados de hollin, invadimos un banco de la plaza Uruguaya contando las palomas que poco a poco migraban a los zaguanes mientras hablábamos sobre la meditación y de la defensa del socialismo, de Cortazar y de la calidez de hacer el amor por las mañanas como humanos sin maquillajes que somos. O que uno aprende a serlo cuando los errores de la vida son las picanas diarias de no repetirlas, las que nos recuerdan que por mas bueno que uno sea siempre comete errores, y que a veces es mejor ser un villano que convertirse en uno. Por que cuando uno es bueno y comete un error es mas que un villano.

pARTE III

Se lo dije casi sin mirar al reloj, fugaz tenaz inmediato, como si se tratara de una sargenta del 7mo. Regimiento de la Aviación Paraguaya y sonrió realizando movimientos con la cabeza de lado a lado, el inconfundible gesto que acompaña el “ayyy ayyyaa ayay (3)”
Si bien los hombres tendemos a que cuando una mujer se nos acerca es directamente para tener algún tipo de contacto sexual, festivo o placentero, es estandarizado ese pensamiento gracias obviamente a que existen las mujeres-relámpago que si tienen esas intenciones, y que generalmente cometen “esas” ganas sin preámbulos ni vueltas y cuando uno se da cuenta ya esta partiendo la cama en algún motel barato céntrico o lambareño o si se vive solo, en la propia, no es por juzgarlas pero por ahí viene la cosa. Vivimos en tiempos rápidos de bombachas y calzoncillos flojos. Los de mi generación éramos o somos mas partidarios del romanticismo y el amor, de esa versión lucida y lumínica de ser uno de a dos. Hoy, es difícil proyectar esa idea.
Me sentí fuera de peligro. En ese momento el usuario-persona de al lado se había quedado dormido, su cabeza reposaba en la ventanilla, rastrillaba el vidrio con sus cabellos de peinado de oficina, y de vez en cuando, con algún bache inolvidable, emitía el sonido del choque entre ambas materias, sacando a la luz algún alma simpática que reía por ello, entre ellos la mía y la de ella. Luego de un par de minutos conectados con algunas miradas ocasionales, el bello durmiente se había precipitado en la salida del asiento doble para tomar la cuerda que hacia sonar la señal de stop, se notaba que se había pasado un par de cuadritas, y se lanzo a la jungla blanca de la ciudad, ella tomo su lugar estirando las piernas, asaltando el lugar disponible, abriendo el camino de la comodidad de ir sentado en un asiento de fibra de vidrio anatómico brasilero, su cadera rozo mi hombro derecho y su bata se atasco entre mi cinta metrica y el book. que llevaba conmigo.

-Devolveme eso- desencajó con voz de seria solo respondi con una sonrisa y un toma con indiferencia.

pARTE II

Iba Vestido ligeramente pero sin dejarme ver lo cachafa que la costumbre había moldeado, es que a mi edad poco y nada importa trasmitir el maquillaje de la que sociedad inducía premeditadamente, para aparecer en Rincón Vip (1) o hacerme el coqueto para que alguna chica “in” se fijara en mi, tipo, YO era posterior de shorcitos bajo las rodillas y championes Topper, o sandalias romanas con pantalones de vestir semi gastados de tanto refregarlos al el piso, debo admitirlo, me gusta el piso.y no niego ni retumbo para crear una falsa actitud hacia la vida.
La mirada permaneció como el inicio, congelando el tiempo como lo hacen los perros cuando estrangulan al control remoto del televisor cuando ya el “mbarakaja”(2) pila se le ha terminado los electrones y protones y siguen apretando Power en busca de la magia del encendido, lo miran tratando de entenderlo y encontrando alguna solución enfática o juegan a ser grandes ingenieros electrónicos, hay situaciones que se mejoran con el tiempo, creo que una de ellas es esa conquista.

-¿Me podes decir la hora?- suplico cambiando la cara y haciendo el típico gesto de palmearse la muñeca derecha sin la existencia del aparatejo ese, tambaleándose durante el trayecto común hasta ese momento.
- 14:30, y una sonrisa.

eNCUENTRO. PARTE I

-Ey! - irradio con un espasmo de saliva, salpicandome la frente, y con sus ojos marrones propuso un desafió informal, exagerando la apertura de sus pestañas curvas y largas con la asistencia de una mueca instantánea, practicada frente al espejo del baño de su dormitorio en suite en noches de insomnio. Su bata sobre el hombro caía hasta las rodillas arqueadas, revelaba una historia ya cotidiana, universitaria, vestida con soltura o intentando serlo, su postura agresiva y decidida. Nos habíamos cruzado por casualidad en una manifestación estudiantil donde se proclamaba la aprobación del boleto universitario, en varias ocasiones y compartíamos el mismo aire escuchando sermones antiimperialistas.
El día lucia como uno de igual sabor a los demás, con la pequeña nacionalización del sol que conquistaba solo esta parte geográfica del planeta, enfocando toda su furia calorica sobre las calles de Asunción, que se perdia entre los chillidos de los motores y el murmullo de personas que chismosean sin prólogos.
Así la siesta de otoño parecía derretirse en las ventanillas astillables del colectivo de la línea 23, micro de lindas personas por cierto, que tenia como itinerario Lambaré- Zeballos Cue pasando por la avenida España,era alli donde mejoraba la raza. Infinito, proponía el paseo de mas de dos horas sin que uno tendiese a quejarse por los avatares de su duración, pasa que, en una ciudad tan pequeña como Asunción, sus habitantes y usuarios se quejan por las tramos que deben realizar para poder llegar a destino o al inicio del sus tareas. Explicable tal vez por ese sometimiento al automóvil y la comodidad ridicula.
-¿Si? Sorprendido y desanimado respondí con cara refinada de cutis moreno mojado no solo por su saliva sino por una pequeña y sutil capa de sudor regalo del medio día de un viernes de fila de banco y relevamientos, incumbí la mirada que ella tonificaba a la vez, y el momento pugilista se entrelazaba entre miembros superiores que enganchaban al equilibrio físico de los demás usuarios para que estos no sigan derecho en las curvas.

sin TI

Sin tus labios, muero de sed, sin ellos me quemo en el tiempo, lejos de la pasión... lejos del amor.

Sin tus manos, no podré atajarme cuando caiga ,herido en mis batallas de vida... esas que compartiría contigo.

Sin tus hombros no podré llorar honestamente ante mis errores, ni ante mis alegrías... ni siquiera ante mis sueños.

Sin tu mirada, vería todo en blanco, y los colores pasaran a ser un recuerdo que muere por tonos.


Sin tus caricias, me enredo en un mar helado, infinito, donde solo yo y el quedamos, y me cobija en su manto eterno, bajo una luna pálida, una luna muerta.

Sin tus consejos me pierdo, sin tus regaños no comprendo... extraño eso

Todo lo di.. y no sirvió nada, mas que para un recuerdo.. pero sin ti no escribiría y este recuerdo moriría... pero como hacerlo? .. te creí mi noble compañera de trecho, y inequívoco trate de que me veas como yo a ti.


Si al no escuchar tu voz, esa tarde, el silencio será mi compañía, ella sabrá tratarme supongo, o simplemente me tendrá como su fiel, y viviré así, entre la maleza de la soledad y un cigarrillo medio prendido.

Disfrutando, solo, la película interminable del martirio de quererte.

Sin ti, soy solo yo.. de nuevo.. sin paz ni arte.

tarde maldita.

Me sucedió esa tarde una implosión cíclica, mis entrañas habían explotado, ella definitivamente había quebrado mi corazón de guerrero sin arma, y lo hizo sutilmente, inope de espíritu solidario, de esa falsa convicción donde me insinúa impíamente que no lleno sus noblezas.

Ella que utilizo mi espíritu para consolar su mal tiempo, y usarme como una herramienta sustituible que venció en su grado de utilidad. La contracción de mis músculos quebraron mis ojos en ríos de padecimiento, y a ella no le importo nada.

Insípido, cruce el umbral del dolor, intonso al intervalo de las leyes de la crueldad y el egoísmo, nunca supe en realidad si sus palabras iniciales eran ciertas, hoy se que fueron ficciones de un sueño que supo hacerme volar, y manipulo este espíritu furtivo que muerde acero y traga sangre, para aborrecerla en el olvido de la noche y las sombras, donde recorro las calles ya sin rostro ya sin sentidos.

encerrado en mi pieza... una noche como la de hoy

confusa tu imagen se desvanece entre mis ojos de negra soledad...____aun confuso la niebla empezo a confesar, a confesar esas ganas de matarte por quinta vez en el dia....____solo por no saber amar....

tus pasos dejaron de seguir a mis pies descalzos, a la pureza extrema del cansar,de auquel donde sin ver, te daria la luna embalada en miel y celofan...

solo por rubores imperfectos solo por la decadencia de saber que sos la sombra del caos encerrado en mi pecho asimetrico... confusa la imagen, mis ojos se empiezan a mojar, cruzo al cuarto donde una noche profesabas el amar... y borre esa imagen.. con un estruendo que finalizo en mi cabeza, con el delirio del azar..

paisajes imaginarios 1

Como decirte que
Desolló la hoja del otoño reñido
La arena trepa al viento
Montada en embarcaciones
Tacitas que arden
Por dentro
Como plantearte esta imagen
Que se pierde en el viaje
De tu casa a la mia
De tu cama, y la mia.
______________________________________________


Venus moderna huele a prostituta
Encerrada con palomas y peces
En su gruta

Camina venciendo miradas,
Ajenas y Punzantes de cada batalla,
En su dormitorio una teoría constante
Nace salvaje en cada escaparate


______________________________________________

Que aplomo asumen las palabras
Voceadas en invierno

Dejo al miedo estar pronto con ellos,
de aquellos que me mantuvieron ebrio

Prisionero de este mundo hueco
que rueda cansado

Ausencia de todo y nada,
rostros pulidos y manos disecadas

Voy en busca de un dios distinto,
difuso y real,
sumido en el naufragio imaginario

Asomo mis entrañas hacia el ardor
del primer paso hacia la muerte

Un abrazo materno pacifica mis credos,
cerrando mis ojos,
construyo mi cielo

pasos

Obrera las manos, pesaron tenues,
No satisfacen las palabras
No radican en mi corazón

Mi negra estrella posa en su estela
Ambula taciturno, mi alma,
No observo tus ganas
Y la montaña se vuelve llana.

¿Donde quedo el rubor de los rostros?

¿Donde se malgasta el pastizal de este desierto?

Obrera las manos, pesaron plomo.
No invocan los ojos
Y dormitan en la penumbra.

noches de DEsgracia

me escucho dar un par de pasos en el cuarto, anestesiado me crucifijo en el clamor de las horas que retumban la ventana, en ella, penetra el emperador del cielo débilmente, contraído por la acumulación de polvo y sueños, retorciendo materia y recordándome al dolor de la carne disipada, las arañas con patas metálicas me observan hasta arrancarse una a otra, sus significados, otra mentira mas, fúnebre el aire salpica el fluido viscoso de mis entrañas, manchando las paredes del olvido y al canto de los pájaros tristes de la Asunción de naranjos y flores. Los aniquilo uno a uno con mis dedos hasta que mi alma se derrumba en un tenor mixto con grito de furia injustificada, poetas locos! Que revelan la realidad de esos universos paralelos, que se visten de almas pordioseras! Hurgo en las aristas buscando esa sensación de placer anterior a este, condenso, creo, perezco sin miedo al dolor corporal, y trago un par de arañas con patas metálicas, buscando asolar este dolor de verla tan ...