Podemos remitir a un análisis racional de la situación o podemos cerrar los círculos dando vuelta la página. Claro, eso dentro de la medida donde uno esta lucido y vuelto a la vida de soltero, la gran selva donde todos buscamos ser parte del Arca, entre ñoños y amigos casuales, muchos consejos de auto superación, una que otra mujer de dócil estirpe con la que comparte sexo desenfrenado un fin de semana o noches de vida teatral, entre borracheras y amigas con beneficio a roce, y sobre todo muchos deseos de venganza. Queda, el gusto agrio queda, es inevitable, querer algo que se perdió, o por lo menos obsesionarse con esa idea, de que la quería (en termino posesivo de lo mió), y sucede en esas noches de larga espera, en romperse los dedos para no llamarla o ir en su búsqueda tramoyista, en esos días donde uno querría compartir alguna tontería que lo haría sonreír, sueños y demás porquerías de enamorado ciego, por lo menos suponiendo que por fin encontraría esa media naranja, la resultante final : medio limón y una mas a la lista de fregadoras de estiércol y su triunfal ingreso a la lista de mujeres relámpago (M.R), hasta inclusive uno se arrepiente por todo lo que hizo por ella y para ella, y visualiza que uno no sabe como ni porque, los porque son los peores, en almas sinceras, es el demonio vestido de porque, luego hace el calculo social y ve que en realidad era nomás luego una tilinga, y una burra que necesita un burro, o varios según su fluidez vaginal lo requiera, que su necesidad voraz es la de aniquilar bienhechoras esencias, quizás estaba acostumbrada a la tensión de relaciones tormentosas y de poca vibración afectiva, adicta a ella misma, sumisa en su global comprensión ciega de la vida, y sin ningún grado de remordimiento ni tristeza ajena, se lanza por Internet o el mundo de la telefonía celular a cazar almas mágicas para aniquilar cada pensamiento o sentimiento puro y exquisito, esto se encuentra en su carta de buffet. Y no se sacia. Es su placer en la elección.
Podemos remitir a que uno recupera la autoestima de nuevo. Ajustándose al desprecio, la ira, el achinyaranguismo pulcro y atroz a la vez, de mirar despectivamente su fotografía como tal arpía que es. Y sonreír. Como un sube y baja, emotivo por momentos, las relaciones te dan esos instrumentos temporales, manipulaciones humanas y mentales, entre un tornillo y una tuerca. A veces somos uno, otras la otra. Entonces se me ocurrió ir en la búsqueda de la verdad oculta, ir a cazar al demonio del porque, racionalmente contra mis principios o creencias, y necesitado, fui a la magia.
Créanlo o no, pero la magia mueve el universo y a sus militantes, los observa y los conduce, a veces con beneplácito otras casualmente, en este gran juego de la vida, donde todo se supone es un gran supermercado y las elecciones como las imposiciones son desenfrenadas opciones del destino. Fue elocuente y concisa con las respuestas a las preguntas que flotaban en mi cabeza sin mencionarlas en voz alta, predijo y vaticino el éxito propio, virtudes y defectos entremezclados, de que esa agua era mejor dejarla correr que beberla, mala energía, mala gente, principios erróneos, problemas mentales. Problemas de su generación, defectos de fábrica. Llámenle cangrejo. Y para variar hablan mal de las personas. (lo cual no hay cosa peor que la injuria metida a puñaladas por la espalda que anteriormente acariciaba, se ha dado cierto grado de admiración uno hacia el otro. El ser humano es una especie mal agradecida. Principio Vencido del instinto maternal animal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario